Está
alterada la Comarca, y aparentemente con justas razones. Son varias,
el tiempo del Opa es tirano y no puede dar cuenta de todas ellas.
Apenitas se conformará con comentarles una sola: se está cometiendo
en la Comarca una gran injusticia. Bueno, miles, a cada rato, pero el
Opa presta atención a una de ellas a la vez, para no empacharse.
Resulta que
se está juzgando a un fiscal por investigar a empresarios amigos de
la presidenta Fernández de Neón. Como el Opa no entiende mucho le
pidió opinión autorizada a un primo que es ferretero, y de estas
cosas sabe mucho.
Cuenta la
historia que un molesto señor gordo destapó algunas fechorías por
televisión: contaba en su relato cómo el extinto Néstor, Él, el
marido de la presidenta, manejaba una red de testaferros con los que
escondía las rupias y tombuctúes que se llevaba de la Comarca.
Denuncia caliente, con personajes que ora se incriminaban a lo
Cossar, ora se burlaban del señor gordo al que le habían dado
ficción.
Y el fiscal
del que hablamos, un tal Campagnolli, comenzó a investigar. Juntó
alguna información, imputó, citó, buscó pruebas y pidió oficios
al país de los bancos secretos. Y entonces comenzó el terremoto.
Alguien recordó que sobre ese fiscal pesaba el mote de sheriff,
misógino y antipobres, un tipo violento que se dedicaba a maltratar
al pobrerío. Tiempo después lo acusaron de otras cosas:
concretamente cuatro.
En primer
lugar, de haber cambiado el objeto que investigaba: primero investigó
a uno de los personajes de la cámara oculta como sospechoso de
administración fraudulenta y extorsión, y después del programa del
gordo malo cambió su posición a la de víctima. Ríos de tinta para
cuestionar ese cambio, que en realidad estaba dentro de las
facultades del fiscal.
En segundo
lugar, se lo acusa de abuso de autoridad por realizar tareas de
investigación que supuestamente no le correspondían, porque eran de
una jurisdicción (federal) que no le compete. Sólo después del
programa del gordo malo habría vuelto a impulsar ese caso. Sin
embargo, los delitos que investigó (extorsión) si eran de su
competencia. En el medio aparecieron pruebas de lavado de dinero, que
es federal; y como el autor sería el empresario que construyó el
mausoleo donde (dizque) descansa Él, el fiscal Campagnolli terminó
mandando todo lo investigado al juez correspondiente.
En tercer
lugar se lo acusa de haber filtrado a la prensa información
reservada sobre sus investigaciones y procedimientos, que terminaron
frustrándose porque estaban “escrachados”. Ahora bien, numerosas
oficinas de la Comarca conocían esas investigaciones, porque tuvo
que pedirles permiso para, por ejemplo, intervenir teléfonos. Una de
las oficinas que conocía esos pasos es la oficina de prensa de la
Fiscal General. El primo ferretero le dijo al Opa: “acordáte de
eso: la Fiscal Gils Carbó sabía también de los próximos pasos del
fiscal Campagnolli.” El Opa preguntó quién ganó y quién perdió
con esa filtración. “Opa, ganó el empresario investigado, que
zafó de algún allanamiento; y perdió el fiscal, que se quedó con
las manos vacías”.
La cuarta
acusación cuestiona el lenguaje con el que el fiscal Campagnolli se
dirigió a la Fiscal General Gils Carbó (¿se acuerdan?). Se lo
acusa de no ser mesurado y modosito, justo con la funcionaria de un
gobierno tan mesurado y modosito. ¡Qué mal tipo! Tan aterrados se
quedaron en la oficina de la Fiscal General que se olvidaron de poner
en la denuncia cuáles fueron esas palabras que le quitaron el sueño
a Gils Carbó.
Después,
dice mi otro primo, funcionario, el Secretario de Lucha contra el
Proxenetismo, que patoteaba pobres. Campagnolli, no mi primo. Bah, mi
primo también, pero solamente cuando son esos indios del norte que
vienen a acampar a la Capital de la Comarca, arruinándole el
desayuno a la presidenta. Raro, tratándose de un hecho tan
cuestionable, que no lo hayan incluido en su acusación. Raro también
que sólo se acordaron que el tipo maltrataba pobres cuando se metió
con los poderosos de la Comarca.
El Opa
piensa que su primo ferretero no es muy instruido, y le quiso
preguntar más detalles a su primo funcionario. Pero se fue de putas,
le dijeron en el despacho. Entonces el Opa va buscando información
por ahí, y se encontró con algunas cosas interesantes que comparte
con ustedes.